Sohbet 30: "La Montaña"

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  Hablaré con el jardín Hablaré con el que se fue Todos quieren mi montaña Todos quieren mi montaña De la mitad de las sombras La mitad partida, siempre Solo quedan las alturas Solo quedan las alturas Trepen a los techos, ya llega la aurora Trepen a los techos, ya llega la aurora Andaré por el corral Donde no hay cautivos ya Pagarán por mi montaña Pagarán por mi montaña Comeré lo que comer Dormiré y me afeitaré La montaña es la montaña La montaña es la montaña Trepen a los techos, ya llega la aurora Trepen a los techos, ya llega la aurora Introducción: «La montaña» es una canción incluida en su álbum solista Pelusón of milk editado en 1991. Interpretación: De la mitad de las sombras La mitad partida, siempre El tema comienza con la dualidad. Entre “el jardín” y “el que se fue” . Rumi decía: “Como una sombra, soy y no soy." "Tú eres una sombra: ¡aniquílate en los rayos del Sol! ¿Cuánto tiempo seguirás contemplando tu sombra? ¡Contempla también Su luz!” Hablar con el Jardín...

Sohbet 6: "Alma de Diamante"

 


Ven a mí,
con tu dulce luz…
alma de diamante…
Y aunque el sol,
se nuble después…
sos alma de diamante…
Cielo o piel,
silencio o verdad…
sos alma de diamante…
Por eso ven así,
con la humanidad…
alma de diamante…
Y aunque tu corazón recircule…
(siga de paso o venga)
pretenda volar con las manos…
sueñe,
despierte,
o duerma…
O beba el elixir,
de la eternidad…
sos alma de diamante…
Bien aquí,
o en el más allá,
sos alma de diamante…
Y aunque este mismo sol,
(se nuble, se nuble después)
sos alma de diamante…

 

Introducción:

Segundo tema del primer disco de Spinetta Jade.

Aclara Luis sobre el disco Alma de Diamante:

“Se ha hecho como una especie de mitología alrededor de Spinetta y Castaneda. Yo insisto en este punto: no existe ninguna relación directa entre la literatura de Castaneda y lo que yo propongo en mis letras, sino que simplemente he utilizado visiones de su lectura; visiones del mundo que describe ese autor a mí me han aportado factores poéticos para las letras... A través de eso mucha gente empezó a leer cosas de Castaneda. Me parece genial, el mensaje está cumplido. Ahora yo estoy muy lejos de poder vivir en la península de Yucatán y tener experiencias con los coyotes en el desierto. Más bien que hay que pelear con Segba, el termotanque, los impuestos, miles de cosas de otra realidad... Yo no soy guerrero, ni yaqui, ni tarahumara.”

Abdelmumin Aya presenta en su libro “El secreto de Muhammad. La experiencia chamánica del Profeta del Islam”, un paralelismo de conceptos.

“Una persona insensible no puede transformarse en chamán o chamana por mucho aprendizaje que logre obtener, mientras que una persona que es adiestrada en unas técnicas, si no ha sido objeto de una elección divina, no podrá llegar muy lejos. Cuando el fenomenólogo de la religión divide entre ambos tipos de personas -la mística extática y el chamán profesional – demuestra hallarse muy lejos de una comprensión del fenómeno desde dentro.

Tendremos, somos conscientes a priori, que salvar las reticencias no sólo de los especialistas occidentales en el hecho religioso o de los arabistas que hasta ahora han permanecido mudos en esta cuestión. También la clara oposición de los musulmanes. Con gusto, muchos musulmanes sustraerían a Muhammad la condición de chamán. Porque los que lo son de nacimiento (y provienen de un ámbito tradicional) identifican al chamanismo con la brujería, mientras que los musulmanes conversos relacionan erróneamente lo chamánico con el uso de psicotrópicos.

Por lo cierto es que sólo cuando llegamos a Muhammad-chamán el Islam deja de ser un fenómeno árabe, un fenómeno semita o -todo lo más- mediterráneo, y se universaliza.”

Alma de diamante:

Vera Spinetta explica:

“Siempre me decía papá "pero vos, y todos, tenemos un diamante...". Me lo decía siempre, y me lo decía como ejemplo para todo, y cuando yo estaba medio “en una” era como “che, ¡el diamante!". Y que todos somos diamantes en bruto, todos tenemos ese poder, digamos, esa capacidad de ser la flor más hermosa, o lo que tenga más vida, pero que hay que pulirlo todos los días.”

Es común en el sufismo la comparación del alma con el corazón con una piedra, un cristal, en donde el trabajo de la persona es su pulido.

Según una sentencia del profeta Muhammad: «Hay para cada cosa un medio de pulirla y de quitarle la herrumbre. Y lo que sirve para pulir el corazón es el recuerdo (dhikr) de Allah».

"Húndete en la maravilla de La Divinidad. Aquí no hay sitio para religiones ni cultos. Hay un Alma dentro de tu Alma, busca esa Alma. Hay una joya en la montaña del cuerpo, busca la mina de esta joya. ¡Oh sufí que estás de paso! Busca dentro, si puedes, no fuera." Rumi.


Una curiosidad, diamante en árabe se escribe, الماس, que se pronuncia “almas”.

“Los diamantes se forman en condiciones de alta temperatura y presión en las profundidades de la Tierra. Debemos creer que el calor y la presión de nuestras tribulaciones pueden convertirnos en diamantes.” - Shaykh Dr. ʿUmar Fārūq 'Abd-Allāh


"El sufismo es el corazón del Islam", dice Sheika Fariha, una destacada maestra sufí en la ciudad de Nueva York. "Es la esencia de diamante del Islam. Sin el sufismo, el Islam es solo parcial. Sería como una cáscara seca".

Ven a mí,
con tu dulce luz…
alma de diamante…
Y aunque el sol,
se nuble después…

Pulir el diamante

La mente debe reconocer su dolor para superar todas sus desilusiones por las etapas internas para abrir las puertas a la visión.

Vea sus propias confusiones más claramente, luego reconózcalas como sus obstáculos. Al hacerlo, se separarán los velos y todas las falsedades se amplificarán. Desde el momento en que abriste los ojos al mundo espiritual, se colocó ante ti una escalera de conocimiento para escapar de tus matices humanos. La herida es por donde entra la luz, y dado que todas tus heridas se experimentan en la mente, ahí es donde se guarda el poder. Cada dolor es un mensajero para usted, que le brinda información de las etapas por las que debe navegar en su camino. Encuentra la fuente del dolor y pásala. Luego, observa cómo las respuestas abren puertas y abren una nueva forma de vida para ti. Es en el pulido de su razonamiento que se eleva la conciencia. Sí, es cierto que cada roce te agitará, pero crearon para deslizarte cómodamente en este zapato.

Texto de Sufi World Fundation de Sudáfrica.

Cuerpo de diamante:

El esquema de las lataif como centros sutiles es un recurso heurístico para que las personas que siguen el camino espiritual desarrolle un vehículo luminoso, un «campo sutil», esto es, una latifa que envuelve el cuerpo con el cual viajar por los reinos inmateriales hacia Allah. En este sentido, al-Simnani habla de un cuerpo sutil adquirido (al-badan al-muktasab) que persiste después de la destrucción del cuerpo orgánico perecedero y que se obtiene a través de un proceso de perfección espiritual. En algunos aspectos es análogo a la concepción buddhista tántrica del «cuerpo de diamante» (sán. vajrakaya). Simnani describe el cuerpo adquirido compuesto de luz como aquel que nace en el ser al participar de las efusiones divinas (fuyud), lo mismo que los campos sutiles de la Naqshbandiyya se desarrollan al recibir la emanación (fayd) de la Presencia divina eterna. Cuando la luz del dhikr y de la orientación (tawajjuh) del corazón conferida por el shaykh o la shayja al discípulo o discípula purifica las impurezas del cuerpo grosero, es decir, la contaminación o las tinieblas del «ego carnal» (nafs), el novicio o novicia (murid) emprende un «ascenso» ('uruj) por el que el alma vuelve a su fuente, pues la atracción divina arrastra el espíritu del viajero o viajera rápidamente hacia su fuente original y de este modo se alcanza la unión mística (tawhid). No obstante, esto acontece sólo cuando el yo inferior ha sido completamente aniquilado: progresión espiritual que exige la extinción en el shaykh (al-fana'fl-l-shaykh) como preludio a la extinción en Dios (al-fand'fi-Llah)

Cuento Sufi:

Los cuentos Sufis son historias cortas que nos hacen reflexionar sobre la vida y que nos introducen en las enseñanzas sufíes. Suelen comentar los contrasentidos de lo cotidiano y conectan muchas veces con lo absurdo. A veces tienen tonos humorísticos.

El diamante:

Cuenta una historia que un viajero había llegado a las afueras de una aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto, llegó corriendo un joven que, entusiasmado, le gritó: “¡Dame la piedra preciosa!”

El viajero lo miró desconcertado y le preguntó: “Lo siento, pero no sé de qué me hablas”. Más calmado, el aldeano se sentó a su vera. “Ayer por la noche una voz me habló en sueños”, le confesó. “Y me aseguró que, si al anochecer venía a las afueras de la aldea, encontraría a un viajero que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre”.

El viajero rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra del tamaño de un puño. “Probablemente se refería a ésta. Me pareció bonita y por eso la cogí. Tómala, ahora es tuya”, dijo, mientras se la entregaba al joven.

¡Era un diamante!

El aldeano, eufórico, lo cogió y regresó a su casa dando saltos de alegría.

Mientras el viajero dormía plácidamente bajo el cielo estrellado, el joven no podía pegar ojo. El miedo a que le robaran su tesoro le había quitado el sueño y pasó toda la noche en vela.

Al amanecer, fue de nuevo corriendo en busca de aquel viajero. Nada más al verlo, le devolvió el diamante. Y muy seriamente, le suplicó: “Por favor, enséñame a conseguir la riqueza que te permite desprenderte de este diamante con tanta facilidad”

El lema es “Deshazte de todo lo opaco de tu corazón y revístelo de lo traslúcido”. Se trata en el tasawwuf  (sufismo) de convertirte en algo traslúcido para ver la trasparencia del universo.

Dualidades:

Cielo o piel,
silencio o verdad…
sos alma de diamante…
Bien aquí,
o en el más allá,
sos alma de diamante…

Rumi en el siguiente poema refleja como toda visión se compone de dualidad y su manera de resolverlo y resolverse:


“¿Qué puedo hacer, oh musulmanes?,
pues no me reconozco a mí mismo.
No soy hindú, budista, sufí o zen.
No soy cristiano, ni judío,
ni parsi, ni musulmán.
No pertenezco a ninguna religión
o sistema cultural.
No soy del Este, ni del Oeste,
ni de la tierra, ni del mar.
No soy de la mina de la naturaleza,
ni de los cielos giratorios.
No soy de la tierra, ni del agua,
ni del aire, ni del fuego.
No soy del empíreo, ni del polvo,
ni de la existencia, ni de la entidad.
No soy de este mundo, ni del próximo,
ni del Paraíso, ni del Infierno.

Mi lugar es el sin lugar,
mi señal es la sin señal.
No tengo cuerpo ni alma,
pues pertenezco al alma del Amado.

He desechado la dualidad,
he visto que los dos mundos son uno;
uno busco, uno conozco, uno veo, uno llamo.
Y ese Uno llama y sabe,
Primero, Último, Externo, Interno.

Sólo esa respiración,
Estoy embriagado con la copa del Amor,
los dos mundos han desaparecido de mi vida;
no tengo otra cosa que hacer más que el jolgorio
y la jarana.”

Silencio o verdad:

El silencio también es una palabra recurrente en la poesía de Luis:

′′El silencio es el lenguaje de La Divinidad, todo lo demás es mala traducción." Rumi

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