Sohbet 30: "La Montaña"

Canción de la agrupación Invisible, incluida en el disco “El jardín de los presentes”.
Ya a mi imaginario de musulmán el término “Invisible” y “Jardín de los presentes” me generan muchos pensamientos:
Invisible de Spinetta tiene que ver con el con su Nafs, su ego. Con invisible quiere trabajar en el concepto de grupo, una experiencia colectiva, todos los temas fueron firmados de manera conjunta por todos sus integrantes. No brindaba entrevistas de manera individual, siempre con toda la banda presente.
“En Pescado se dio un procedimiento al revés que en Almendra. Si el primer disco de Almendra fue dulce y el segundo agresivo, en Pescado sucedió al revés: con el segundo disco doble se almendrizó el sonido. Y en Invisible llegó el equilibrio entre ambos mundos.” (L.A.S)
Machi Rufino, bajista de la banda, cuenta que años después le preguntó a Luis qué pensaba de Invisible y que este contestó, “Mirá Machí, para mi Invisible es una joya que la guardo en un cofre de oro”.
El sufismo es la ciencia de hacerte Invisible y a la vez ser esencial en una sociedad. El concepto de ser Invisible no es sinónimo de estar ausente. Invisible es estar presente sin ser notados y es uno de los objetivos principales de las sociedades islámicas, trabajar en la empatía, en la justicia social y evitar que los deseos de individualidad florezcan. El objetivo del Islam es hacer de una sociedad un Jardín de personas presentes, y de egoísmos invisibles.
Luego existe un mundo invisible “Invisible” diferente, que requiere un grado de conocimiento elevado, que es propio de esas personas especiales, para aquellas a las que llamamos, al-Insān al-Kāmil.
De acuerdo con la tradición la mística musulmana Rābe'ah se encontró un día con Shayban Ra'i y le informó que pensaba salir en peregrinación. Shayban sacó algo de oro de su bolsa y se lo ofreció a Rābe'ah para su viaje. En respuesta, Rābe'ah levantó su mano en el aire, y al instante se llenó de oro. “Sacas el oro de tu bolsa”, le dijo a Shayban, “mientras yo lo recojo del mundo Invisible”. Así pues, se fueron ambos de peregrinación con la fe en La Divinidad (tawakkol ) como único bagaje.
Por otro lado, de Māmā 'Esmat se cuenta que casi siempre que el éxtasis y el rapto la arrebataban, se podían observar brillantes luces fluyendo de su corpiño y de su falda, y el siguiente verso que escribió demuestra esta idea:
“Era una pobre mendiga sin pertenencia alguna, entré en la Senda de la pobreza espiritual. Ahora vendo las perlas y las joyas que están en el mercado Invisible.”
La letra según Spinetta contiene "toda una simbología del amor":
“Siempre me pareció un tema que podía sobrepasar el tiempo. Aunque la letra habla del alcohol (‘licor, no vuelvas más’, ‘El vino entibia sueños/ al jadear/ desde su boca de verdeado dulzor’) es una cosa totalmente imaginaria. Por ahí, con la palabra licor estoy simbolizando otro tipo de vicios, pero el alcohol nunca fue una de mis aficiones. La letra está llena de imágenes somnolientas: son las imágenes de quien espera para el amor ‘como un ciego frente al mar’, porque la ceguera también es la de quien aguarda. El vino y el licor están ligados a las canciones de amores imposibles (eso de ‘tomo y olvido’ o ‘tomo y espero’) y frases como ‘que sombra oscura te ocultó de mi guiño’ aluden a recuerdos de los amores idos. Hay toda una simbología de amor en esta canción: las luces verdes y rojas que menciono en otro verso se refieren, obviamente, a lo permitido y lo negado. El tema concluye diciendo 'No es necesario más, ya se ven los tigres en la lluvia'. En realidad, son tigres en la nieve, es una imagen inspirada en El secreto de la flor de oro, una visión que aparece si se llega a cierto punto de meditación.”
Imposible tomar la poesía del Flaco y aseverar “este tema habla de tal o cual cosa”, pero podemos ir desandando las diferentes imágenes que va creando.
El sufismo es un camino que emprende una persona enamorada hacia una Entidad Amada.
“Oh, Amado, tómame. Libera mi alma. Lléname
con tu amor”. Rumi
Sufismo. Amor, belleza, contemplación, consciencia
de Dios, embriaguez del amado… Dice Annemarie Schimmel de esta experiencia
espiritual en su libro Las dimensiones místicas del Islam (Pliegos de
Oriente, Trotta, 2000).
El estilo de este tema me remite a la típica poesía sufí. Vamos a ir paseando por diferentes conceptos del imaginario sufí.
El vino, como todo embriagante, es una sustancia de consumo no permitido para la cosmovisión islámica, a pasar de esto nunca fue impedimento para utilizarlo en la tradición poética sufi como analogías del amor de una persona para con La Divinidad:
Zobayda, mística y poetisa iraní con el pseudónimo de Ŷahān (el mundo). Dejó un diwān del cual es un ejemplo de esto:
“En lo más hondo de mi corazón, sentí el dulce murmullo:
'Si estás enamorada, vuélvete loca, loca. Si deseas Su Unión, vuélvete extraña,
extraña'.
Si amas sinceramente, si eres fiel a Su amor, aniquila tu ego, quémalo.
Arrójate en la hoguera del amor como una mariposa, ¡oh corazón!,
sé mariposa,mariposa.
Ya que en el corazón de cada gnóstico abundan las tabernas donde fluye ese vino,
¡oh corazón! si quieres ser un gnóstico, conviértete en taberna, conviértete en taberna.
¡Ven, ven, Escanciador!, tráeme una o dos copas de ese vino
para que con el fuego de mi alma cante ebriamente algunos versos.
Con esta borrachera, hundiré en el olvido la memoria de mí,
para que, salvo Tú, no quede nadie, ni conocido ni desconocido.
Por el amor del rostro del Amado, “Ŷahān” se ha vuelto perpleja,
y habla como una ebria, esta loca, esta loca enamorada."
El color verde, el color litúrgico y espiritual del Islam. Desde las antiguas religiones del Oriente Próximo hasta el Islam, el verde es el color del firmamento espiritual, el de los vergeles del Paraíso, la tierra del más allá. El jardín verdeante que alcanza el alma difunta (den) en el mazdeísmo, el verdor de la tierra de Xvarnah en el zoroastrismo, o el ascenso del alma (gryw) al Paraíso de Luz en el maniqueísmo, son ideas que retoman los grandes poetas persas (Nizami, Rumi, Hafiz) para hablar de la resurrección y de la entrada en el mundo del alma. En el sufismo la luz verde tipifica la cumbre del crecimiento espiritual, el jardín eterno (al-Kubrh, al-Simnani); es el «Mar Verde» que constituye el indicio del resplandor de la vida eterna (Ibn al-'Arabi); es el color de la perfección absoluta ('Iraqi) y de la resurrección (al-Tirmidhi), el color del prado donde brota la Fuente de la Vida eterna (Suhrawardi, Ibn al-'Arabi, Rumi), etc. Es, en definitiva, lo que Nizami llama «el precioso jardín esmeralda», Rumi el verdadero «vergel» y Hafiz el «jardín de la visión».
El sabor, el aroma, son recursos recurrentes en la imaginaria sufi. Muchos escritos sufís hacen referencia de la dualidad u opuestos para explicar experiencias. De las Perlas Sufíes : “Hay que comprender que todo en la vida aparece a través de pares de opuestos, de tal modo que no es posible alcanzar algo sin antes toparse con su contrario. La dulzura de la miel se percibe en contraste con el vinagre. De ahí la declaración de Rûmî: «Quien sufre dolor capta el aroma del mensaje» (M I, 628).”
Sobre el Paraíso en el Corán:Si a una persona que profesa el Islam le pones en una misma frase las palabras libro y memoria enseguida aparece el Corán como imagen.
“Juro por el Corán, poseedor del Recuerdo”(Corán 38:1)
A la pregunta de cómo es Allah, La Divinidad, Mawlana Sheij Nazim, maestro sufí, responde: Océanos, Océanos, Océanos...
La imagen del mar como lo vasto, siempre ligado a de La Divinidad, y a Su Conocimiento.
“En el océano del Ser, olas errantes somos,El no mirar para mirar.
Un bello día de primavera, Rābe'ah
(mística sufi) se encerró en su retiro, sin intención de salir. Sin embargo, su
sirvienta le dijo: “Señora, salga y admire la obra del Creador”. “Entra tú, más
bien”, le contestó la santa, “y mira al mismo Creador. Su contemplación me
aparta de admirar Su Creación”.
'Attār incluye una versión poética de esta historia en el Libro de las adversidades:
"¿Hasta cuándo estarás contemplando los campos y los mares?Las Latiaf o sutilezas son
"órganos" psicoespirituales o, a veces, facultades de percepción
sensorial y suprasensorial en la psicología sufí. Se cree que son partes del yo
de una manera similar a como las glándulas y los órganos son parte del cuerpo.
Hay mucho autores y maestros que varían en
la cantidad de Lataif, ubicación y color.
Los siete centros sutiles que van del
«cuerpo tosco» al «cuerpo sutil» (qalab, nafs, qalb, ruh, sirr, khaji, akhfa)
con frecuencia se describen en diez niveles con los cuatro elementos y el alma
en el Mundo de la Creación y los cinco centros sutiles en el Mundo del Mandato Divino.
Pueden encontrar mucha información en bibliografías como ser “La Constitución Invisible del Ser Humano según el Sufismo”, pero son conocimientos y prácticas que deben ser adquiridas de manos de una maestra o maestro sufi.
Nombre |
Lugar |
Luz |
Efectiva para |
Profeta asociado |
Qalb |
Dos dedos debajo del pecho
izquierdo |
Amarilla |
Lujuria |
Adán |
Ruh |
Dos dedos debajo del pecho derecho |
Roja |
Enojo |
Noé y Abraham |
Sirr |
Dos dedos al lado del pecho
izquierdo hacia el centro |
Blanca |
Codicia |
Moisés |
Khafi |
Dos dedos al lado del pecho
derecho hacia el centro |
Negra |
Celos y avaricia |
Jesús |
Akhfa |
Exactamente entre los senos
en el centro del pecho |
Verde |
Arrogancia y orgullo |
Muhammad |
Nafs |
Centro de la frente |
Sin Color |
|
|
Qalib |
Centro de la parte superior
de la cabeza |
|
|
|
La
Ilaha illah Allah
Desde ya el guiño es un gesto de complicidad, de acercamiento, y de sobre entendidos. En este caso La Divinidad le dice que ha dado varios gestos de Amor, y le indica…¿acaso no has escuchado la hojarasca crepitar?
“Para quien entiende, una señal es suficiente. Para la persona necia, sin embargo, mil exposiciones no son suficientes.” Haji Bektash (Originador de la tariqa Bektashi).
Para esto vamos a citar una Sura (capítulo del Corán), Sura 87 o Sura Al A’la.
Todas las suras comienzan con la frase “Bismillahi Ar Rahmani Ar Rahim”
Buscando el origen del término rahim, me encuentro con este curioso texto en el glosario de Webislam:
rahim [rahim]: el vínculo entre los seres.
Hay un hadîz qudsî que narra lo siguiente: «Cuando fue creado el mundo el rahim se arrodilló agarrándose al cinto de los vestidos de Al-lâh y le dijo: “Vengo de donde me rompen” (el sentido es: “los hombres van a romperme con facilidad”). Al-lâh le contestó: “¿Te bastaría si te diese de Mi Nombre (Rahîm)?”. Contestó el rahim: “Por supuesto”. “Pues sea —dijo Al-lâh—: el que te una, se une conmigo; el que te rompa, rompe conmigo” »
De la misma familia semántica que rahim (R-H-M), son los dos Nombres de Allâh Rahmân y Rahîm. El término que está en el fondo de la raíz es “útero, matriz” (rahim; en plural: arhâm). Lo que está vinculado, lo está por provenir de un mismo origen.
·
بِسۡمِ اللّٰہِ الرَّحۡمٰنِ الرَّحِیۡمِ﴿۱﴾
·
87 : 1 En
el nombre de Al-lah, Ar-Rahman, el Ar-Rahim.
·
سَبِّحِ اسۡمَ رَبِّکَ الۡاَعۡلَی ۙ﴿۲﴾
·
87 : 2 Glorifica
el nombre de tu Señoría, Altísima,
·
الَّذِیۡ خَلَقَ فَسَوّٰی ۪ۙ﴿۳﴾
·
87 : 3 Quien
crea y perfecciona,
·
وَ الَّذِیۡ قَدَّرَ فَہَدٰی ۪ۙ﴿۴﴾
·
87 : 4 Quien
designa y guía,
·
وَ الَّذِیۡۤ اَخۡرَجَ الۡمَرۡعٰی ۪ۙ﴿۵﴾
·
87 : 5Y
Quien hace brotar el pasto,
·
فَجَعَلَہٗ غُثَآءً اَحۡوٰی ؕ﴿۶﴾
·
87 : 6 Que
luego convierte en hojarasca negra y podrida.
·
سَنُقۡرِئُکَ فَلَا تَنۡسٰۤی ۙ﴿۷﴾
·
87 : 7 Te
enseñaremos el Corán y tú no lo olvidarás,
·
اِلَّا مَا شَآءَ اللّٰہُ ؕ اِنَّہٗ یَعۡلَمُ
الۡجَہۡرَ وَ مَا یَخۡفٰی ؕ﴿۸﴾
·
87 : 8 Salvo
lo que Allah quiera. En verdad, Ella sabe lo que está al descubierto y lo que
está oculto.
·
وَ نُیَسِّرُکَ لِلۡیُسۡرٰی ۚ﴿ۖ۹﴾
·
87 : 9 Y
te daremos toda clase de facilidades.
·
فَذَکِّرۡ اِنۡ نَّفَعَتِ الذِّکۡرٰی ؕ﴿۱۰﴾
·
87 : 10 Sigue,
pues, dando buenos consejos; en verdad, esta acción es provechosa.
·
سَیَذَّکَّرُ مَنۡ یَّخۡشٰی ﴿ۙ۱۱﴾
· 87 : 11 Quien es consciente de Allah, pronto prestará oídos;
Vemos que las hojas secas son un signo para quien pueda ver el poder de la vida, de la creación que genera La Divinidad. El verdor de la hierba, luego la hojarasca…y de nuevo el verde.
Si lo vasto, el
conocimiento supremo, Allah se compara con el océano para que podamos tener una
idea de su magnitud, nuestro acuario es la muestra de lo divino en nuestro ser.
De Ayman Alshboul:
El espíritu (al-ruh) y el alma (al-nafs), la mente (al-qil) y el cuerpo
La cosmovisión islámica dice que la ruh es el soplo de vida en la persona, pertenece a Allah pero vivifica a la persona mientras dura su estancia temporal en ella. En tanto que ruh, nunca pasa a ser parte de la persona. Es como la lluvia que cae del cielo y fecunda la tierra a su paso, pero que a su tiempo se evapora de nuevo sin llevarse nada de la tierra que irrigó. Si estudiamos los términos árabes comprendemos que, incluso desde antes del Islam, las personas árabes relacionaban la ruh - el principio vital en general - con la nafs, principio vital ya individualizado, nacido con la persona y a partir del cuerpo, y desde el que se generará la idea qué la persona tiene de sí misma: La ruh fecunda el cuerpo, y el cuerpo genera su nafs. Según el relato revelado, Allah sopló su hálito en Adam: su ruh, llamado así porque contiene la rauh ("soplo ligero"). Veamos, por su parte, que nafs pertenece a la familia de palabras de nafasa ("respirar") o nafas ("respiración"). Podríamos decir poéticamente que lo que evocan los términos árabes es que "el viento de Allah provoca respiración en ti".
Dijo el Profeta Muhammad dijo: “Ciertamente el sol y la luna son signos de Allah y ellos no se eclipsan por la muerte de alguien ni por su nacimiento, entonces cuando vean un eclipse, realicen la oración y hagan súplicas hasta que haya terminado”.
Si bien no son la misma especie, las impalas me llevan a pensar en gacelas. Es un animal asustadizo, muy preciado, de gran elegancia y velocidad. El nombre femenino gacela viene de la palabra persa Ghazal, que significa "elegante y rápida".
Pero también es un género lírico. En
la literatura árabe se trata de un poema cuya etimología está
emparentada con las ideas de cumplido. De la misma raíz deriva la
forma tagazzul, "componer poesías amorosas". Conceptualmente
el gazal tiene estrecha relación con el nasib (o tasbib), prólogo amoroso
que sirve de introducción junto con el rahil (descripción de un viaje
por el desierto), al tema panegírico que caracteriza la composición
poética llamada qasida.
Una gacela puede ser entendida como una expresión poética de ambos el dolor de la pérdida o la separación y la belleza del amor a pesar de ese dolor.
Si pensamos en la impala tanto como animal,
y el estanque, como un contenedor de agua, en árabe se denomina (بركة ماء) barikat maa’, y desde esa raíz viene la palabra alberca. Hasta
tal punto el agua en la tradición muhammadiana es bendición que nuestra palabra
“alberca” viene del árabe “al-baraka”; directamente: “la bendición”.
Cuando la paz está en tu ser, es cuando la
baraka de Allah te recorre. (Es lo que se desea en el saludo entre la comunidad
islámica As Salam aleikum wa rahmatullahi wa barakatuhu , que la Paz, la
Misericordia y las Bendiciones otorgadas por La Divinidad estén con vos).
Cuando estás en un estado de tranquilidad es el momento de seguir recordando, y no dejar que tu ego le gane a tu alma. Que el ruh esté sobre el nafs. Y esa es la ciencia del sufismo.
El Šaŷarat al-Tūbà o Árbol de la Felicidad Es considerado como el más grande del Paraíso. Hay un hadiz (dicho) del Profeta que decía lo siguiente acerca de este árbol: «En el cielo está el Árbol de la Felicidad, cuya raíz está en mi morada y cuyas ramas dan sombra a todos los alcázares del cielo, sin que exista alcázar ni morada que no posea alguna de sus ramas». La tradición refiere que está situado en el centro del Paraíso y se parece al nogal de Damasco. Lo describe de la siguiente manera: «Su raíz es de perlas, el tronco de mármol, las ramas de topacio y las hojas de estopa fina de seda. Este tronco de mármol es tan grueso que un joven camello tendría las clavículas rotas por la vejez a causa de haberle dado la vuelta». Tiene setenta mil ramas, la más lejana está unida al tronco del trono, y la más próxima, al cielo más cercano. No hay en el Paraíso estancia ni cúpula que no tenga una rama que le dé sombra y frutos apetitosos al paladar y a los ojos. Es algo semejante a lo que ocurre en este mundo con el sol que, estando originariamente en el cielo, su luz llega a todos los lugares de la tierra. A la sombra de este Árbol de la Felicidad se sientan los bienaventurados para oír relatos y cuentos que les narra un ángel. Existe una curiosa leyenda por la que podemos apreciar que estas ramas serían de una notable longitud y es que un profeta coránico llamado Idrís (equivalente a Enoc bíblico) subió al cielo para que Dios le mostrara el Paraíso. Éste inspiró a Ridwān, el ángel guardián del Paraíso, que le ofreciera una rama del árbol Tūbà para que Idrís se colgara de ella y subiera al cielo. Y así lo hizo.
la luz habrá tiznado gente sin fe…
El mensaje, y lo bueno de la vida les ha llegado a todas las personas.
En el Corán encontramos el siguiente pasaje:
“Allah es la Luz de los cielos y de la tierra. La parábola de Su luz es como un nicho que contiene una lámpara; la lámpara está [encerrada] en cristal, el cristal [brilla] como una estrella radiante: [una lámpara] que se enciende gracias a un árbol bendecido --un olivo que no es del este ni del oeste --cuyo aceite [es tan brillante que] casi alumbra [por sí solo] aunque no haya sido tocado por el fuego: ¡luz sobre luz! Allah guía hacia Su luz a quien quiere [ser guiado]; y [con tal fin] Allah plantea parábolas a las personas, pues [sólo] Allah tiene pleno conocimiento de todo.”
Este es una súplica por no permanecer
distraído o distraída sobre lo superficial de este mundo.
Del Corán:
“Y manténte con paciencia al lado de aquellas personas que invocan a Quien le Sustenta mañana y tarde, buscando Su faz, y no permitas que tus ojos pasen sobre ellas en busca de las galas de este mundo; y no prestes atención a aquella persona cuyo corazón hemos hecho negligente de Nuestro Recuerdo porque ha seguido siempre sus deseos, abandonando todo cuanto es bueno y verdadero. (18:28)
Reitero lo dicho por Spinetta:
“El tema concluye diciendo 'No es necesario más, ya se ven los tigres en la lluvia'. En realidad, son tigres en la nieve, es una imagen inspirada en El secreto de la flor de oro, una visión que aparece si se llega a cierto punto de meditación.”
Se trataría, más bien, del reconocimiento de la mano de Allah en la creación y estaría íntimamente relacionado con la contemplación (de la obra de La Divinidad creadora), la admiración (de las maravillas), la chispa divina en el espíritu (ruh) y el recogimiento. La contemplación es, además, de manera paralela, ensimismamiento en Allah, recogimiento e interiorización; un estar atentos a los reclamos por parte de La Divinidad, a la llamada y al dejarse ser buscado o buscada. “En la creación de los cielos y de la tierra y en la sucesión de la noche y el día hay, ciertamente, mensajes, para los dotados y dotadas de perspicacia y que recuerdan a Allah de pie, sentados y sentadas y cuando se acuestan y median sobre la creación de los cielos y de la tierra (…) No creaste nada de esto sin un significado y un propósito” (Corán 3: 190-191).
Cierro con este poema Para La Divinidad de Bibi Hayāti Kermāni, mística iraní:
"¿Por qué hieres mi cuerpo a cada instante con el acero del rechazo?
¿Hasta cuándo estarás bañando en sangre este cuerpo afligido?
Mi corazón se convirtió en gacela escondida en el bosque de Tu cabellera,
no hieras mortalmente a esta gacela con el dardo de la infidelidad.
¿Qué ocurriría si una noche entraras en esta choza de aflicción
devolviendo la dicha a esta mi alma entristecida?
¿Quién sabrá lo que vale mi poesía, esta perla negra?
Cultívala con sangre de mi pecho.
Hayāti se postró en Tu vecindad, besando el polvo,
¡Oh dulce Bienamado!, acaricia a esta pobre con Tu benevolencia.
Ese Amado de rostro de rosa y de temperamento de fuego,
esbelto como el ciprés, coqueto, juguetón y ebrio.
De jacinto sinuoso, de narciso alborotador,
de mirada seductora y ebrios labios de rubí.
Rompiendo corazones y derramando sangre,
vino a sentarse junto a mi lecho, en medio de la noche.
Abrió el capullo de sus labios, y delicadamente susurró:
“Tú que estás ebria y fascinada del vino de la copa de Mi rostro,
tú, cuyos ojos al amor se abrieron,
¿Cómo puedes pensar en comer o en dormir?”
Feliz aquel enamorado que cuando se enamora
deja el banquete y deja el sueño.
¿Cómo deseará el vino del paraíso quien,
como Hayāti, ebria está del vino de la preeternidad?"
Comentarios
Publicar un comentario